lunes, 15 de octubre de 2007

Nueva aventura de Don Quijote y Sancho



Luego de su encuentro con el extraño Caballero de los Espejos, Don Quijote y Sancho estaban exhaustos y ansiosos por encontrar un cómodo lugar donde pasar la noche.
Habiendo caminado ya varias horas, pudieron ver a lo lejos una montaña compuesta por rocas entre los altos árboles.

-¡Señor, señor, mire allí a lo lejos!- dijo Sancho.
-Gracias al buen encantador Bono encontramos aquí una maravillosa posada- le respondió el caballero.

Continuaron su camino hasta llegar a la pequeña cueva.

-Señor, creo que esto no es más que un montón de mugrientas rocas -exclamó Sancho.
-¡Qué ingenuo eres mi amigo! Esto es una gran posada que para mi sorpresa se encuentra abandonada- le dijo Don Quijote.

Sancho decidió creerle porque estaba muy cansado para discutir, por lo que entraron a la cueva.
Don Quijote comenzó a inspeccionar el espacio en busca de camas y cuando al fin encontró un montículo de pasto que imaginó colchones, se escuchó un fuerte estruendo.
Luego la oscuridad se apoderó del lugar y algo golpeó fuerte la cabeza de Sancho produciéndole un desmayo.
Don Quijote quedó entonces solo imaginando fantasmas y monstruos invisibles.
Así pasó la noche y ambos despertaron de sus sueños, sin ver todavía la luz a causa de la gran roca que obstruía la entrada.
Pasaron varias horas en las que el hidalgo habló sobre lo malvado que era el anterior encantador Bono, cuando de repente la puerta se abrió. A través de ella apareció un señor con una lanza al que Don Quijote quiso atacar.
Sancho lo detuvo a tiempo para que el señor explicara que era un cazador y los había encerrado pensando que eran osos, aunque Don Quijote seguía creyendo que era obra de encantamientos.

Carolina Müller, Florencia Mazur y Lucila Farrell

1 comentario:

lilith dijo...

que buen blog...
viva el cuarto d ela mancha somos los mejores..(y los mas creativos jaja)
saludos a todos!!!!
gracias pau por hacer esta pagina te re queremos!

**alex**